sábado, 14 de marzo de 2009

Gomorra en El Tintero

Nápoles es la ciudad más violenta de la Unión Europea. Su criminalidad organizada, la Camorra, ha asesinado desde 1980 a más de 3.600 personas, más que la suma de IRA, ETA y Brigadas Rojas, y mucho más que la Cosa Nostra siciliana. Pero el rojo de la sangre es sólo un aspecto de la calamidad. La otra cara del problema es negra: una ciudad que vive de la economía sumergida se condena a vivir del otro lado de la ley. Los jefes de clan, los usureros y los mafiosos sustituyen gradualmente a los políticos, los bancos y los policías.Este increíble y fascinante relato real, escrupulosamente documentado, es un viaje a este mundo, el imperio empresarial y delictivo de la Camorra, periplo que comienza y termina bajo el ciclo de vida de las mercancías de uso y consumo –videojuegos, relojes, ropas de marca–, las cuales arriban al puerto de Nápoles –punto de entrada en Europa del comercio chino que escapa en su inmensa mayoría a las Aduanas–, pasando a formar parte de una ingente red de talleres clandestinos que alcanzan dimensiones globales y sustentan la actividad empresarial de la mafia.Esta es hoy en día la Camorra –o el “Sistema”, como verdaderamente se la conoce–: por un lado una organización empresarial con impresionantes ramificaciones por todo el planeta, y por otro una zona oscura, cada vez más extensa, donde cuesta distinguir cuánta riqueza es producto de simples operaciones financieras y cuánta de las actividades sanguinarias.Roberto Saviano ha logrado con Gomorra un éxito inmediato entre los lectores y una impostergable llamada de atención sobre la situación de su ciudad natal, donde el desempleo ronda el 20% –en algunos barrios llega hasta el 50%– y la delincuencia es la aspiración de la mayoría de los jóvenes, que ansían entrar en el “Sistema”, una tupida red de actividades criminales que adorna los sueños de los casi 9000 niños que abandonan el sistema escolar cada año.

Teatro Naturalista

Llegó a los escenarios cuando ya la novela naturalista había iniciado su decadencia. No conformes con la minuciosa reproducción de costumbres, algunos dramaturgos intentaron ahondar en la psicología y en las circunstancias e los personajes, para explicar su comportamiento. Los más notables fueron los escandinavos Ibsen y Strindberg, precursores, especialmente el primero, del teatro de nuestro siglo.

El tema preferido del noruego Ibsen es el derecho del individuo a su plena realización, frente a las conversaciones sociales y morales que coartan su sinceridad, libertad y autenticidad. Su teatro, en el que apenas ha acción externa, se desarrolla en profundidad los conflictos anímicos de los personajes. En Casa de Muñecas, una mujer acaba abandonando a su marido y a sus hijos, porque se siente tratada como una “muñeca”.
El teatro del sueco Strindberg se polariza en torno a dos ejes temáticos: la rebelión contra las instituciones y la proyección de su universo interior. Su obra más famosa, La señorita Julia, plantea el conflicto amoroso entre un criado ambicioso y una joven de una familia acomodada, que termina suicidándose.

El Tintero 12 de Marzo de 2009

Esta semana en El Tintero:

- Teatro naturalista.
- Imanol Miranda con la habitación de los libros perdidos.
- Blanca Montero: "Gomorra"
- Microrrelato de Esther Patrocinio

APRENDER por Mamen Somar

Aprender

Aprenderé a detener los días con alfileres.
Antes;
quisiera volver,
encender tu amor por un instante.
Recitar lo que escribí
ebria de tu mundo,
ese,
que no me alcanza.

Quisiera bordear tus dedos,
vaciar mi temor
a este silencio.
Sostenerme en los instantes
en que te imaginé eternamente mío.

Quisiera aferrarme
a un olvido que no llega.
Lejos de ti,
será emplazar mi cuerpo
en un sudario de cristales.

Aprenderé
a esperar sentada
en los bancos.
Haré cola en la ventanilla
del insomnio
para poder amanecer
sin haberte llorado;
evitaré las distancias cortas
con el destierro y con la lluvia.

Aprenderé a estrenar hilvanes
Para cerrar la brecha,
A comprenderme
literalmente herida;
a seguir caminando
entre los alfileres
que prenden ahora mis días.